2.10.18

Podría haber renunciado al amor, podría haberme resignado  a mantenerme alejada de toda muestra de cariño, porque estaba lo suficientemente harta de las decepciones amorosas, de los corazones rotos, de las traiciones, de las mentiras.
Estaba decidída a dejar de buscar y a esconderme de quien me quisiera encontrar, pero es que muchas veces cuando más decidido está, es cuando más se empeña la vida en hacerte cambiar de opinión, en sorprenderte... Y entonces llegaste tú y aunque traté de evitarlo, tu sonrisa me invitaba a intentarlo una vez más, tus brazos me invitaban a quedarme y tus ojos me invitaban a soñar. Y aquí me tienes, atada a ti, a lo que eres, a lo que soy contigo.


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