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La amistad es un tesoro, que se regala incondicionalmente a veces desde la infancia, otras las vamos añadiendo a la maleta de la vida. Los amigos nos regalan abrazos sin brazos y risas cuando saben que hemos tocado fondo. Cantan nuestras canciones aun cuando nosotros nos hemos olvidado de la letra y se sientan al borde del camino para enjuagar nuestras lagrimas y ayudarnos a seguir. Sienten nuestros pesares y se alegran con nuestra dicha. Los amigos son el mejor regalo de la vida porque el amor llega y quema todo a su paso pero al extinguirse el fuego, solo queda un campo lleno de cenizas y es ahí donde los amigos con tus lágrimas hacen florecer las primeras ramas verdes de los pinos y te empujan a buscar las verdes colinas donde siempre es verde y brilla el sol. Porque los amigos verdaderos son los que vienen a compartir nuestra felicidad cuando se les ruega. Y nuestra desgracia sin ser llamados.