28.6.17

Jorge Muñoz

"Si de algo estoy seguro, es que llamamos casa a cualquier lugar donde el corazón se siente feliz"

Melendi

"Él le dijo "tengo una casa y una cama vacía", y ella contestó, "así está mi corazón". Ella ocupó su cama aquella noche y él dedicó a ocupar su corazón el resto de su vida"

Hemos crecido, madurado y cambiado. Nuestras prioridades ya no son las mismas que las que teníamos hace tres años y las cosas que nos afectan también han cambiado. Durante todo el camino, hemos aprendido a valorar más algunas cosas y un poco menos muchas otras.Hemos aprendido que no hay nada eterno, que todo se acaba. Dicen que mueres dos veces, una cuando tu corazón deja de latir y otra cuando la última persona que te recordaba, te olvida. Que hay recuerdos que se clavan y otros que simplemente se olvidan. Pero también he aprendido que los mejores momentos no se planean, se improvisan. 
Aprendes a vivir la vida al día, sin planes, sin ruidos. Tratas de huir constantemente de la rutina, de olvidar tus responsabilidades, pero tampoco puedes. Ya no eres una niña que cuando cometía un error tenía a los adultos para arreglarlo. Asumes tus errores y tus aciertos, sus derrotas y tus victorias y aprendes de ellas, aprendes de todo. Aprendes que la vida es una lección constante y que cada golpe, será una futura victoria. Te dicen que no debes tropezar dos veces con una misma piedra pero tú, chocas contra ella, una y mil veces hasta que aprendes. Y entiendes que vuelven heridas, aprendes millones de cosas, creces, maduras y cambias, sin poder hacer nada.
Somos como obras de arte,no todo el mundo nos va a entender, pero los que lo hagan no nos olvidará jamás.



El Rey León

"No todos los tesoros son materiales"